lunes, 17 de agosto de 2009

DeVera(s)


Las luciérnagas
en el claro de luna
leves se lucen.


Narraciones ficticias 12


INVIERNO EN AGOSTO


Él tiene la esperanza encogida.
Los días.
Los días son oscuros, rabiosos y furiosos. Los días anegan la vida en espanto y espadas.
Imperdonables, los días ciegos a la súplica del descanso.
Intratables furias que hacen del escarceo de la lluvia, diluvio. Delirio.
En él, en sus entrañas de tierra, clama el ansia de calma decepcionada.
Los días.
Los días oscuros e impenetrables, tienen su esperanza cogida en espada.
Los días rabiosos, de hóstil mirada a la costra malherida de la vida.
Los días furiosos, cubren de impiedad el esfuerzo de vivir. Inundan de musgo, las sonrisas vivas de las niñas frescas.
Él lamenta la maldición oscura. Él lamenta, los días de ascuas carbonizadas. Él lamenta la fuga de la esperanza.
Él suplica el descanso del olvido y que la luz del día le traiga, de nuevo, la esperanza de golondrinas blancas.